Daniela Romero Romay
Maestría en Desarrollo Ambiental
Daniela Romero es boliviana, socióloga y licenciada en idiomas de la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca; además, tiene una maestría en Desarrollo Social del Postgrado en Ciencias del Desarrollo de la Universidad Mayor de San Andrés, en la cual obtuvo una beca del proyecto FATE, de la Universidad de Berna, para la realización de la tesis. Sus principales áreas de investigación son empoderamiento, capital social, empleo y medioambiente. Ha trabajado como especialista socio–económica dentro del proyecto "Climate Change and Socioeconomic Changes Impacting the Coverage and Management of
Bolivian Andes"; llevado a cabo por la NASA y la Universidad de Misuri. Anteriormente, trabajó como investigadora en el CIDES–UMSA; y en la Fundación INESAD, en diversos proyectos llevados a cabo por la Universidad de Navarra, la Universidad de Groningen, el Banco Interamericano de Desarrollo y Enfermeras para el Mundo. Finalmente, trabajó con Save The Children y el Viceministerio de Igualdad de Oportunidades del Estado Plurinacional de Bolivia en el proyecto de "Plataformas Interinstitucionales Departamentales del Plan Plurinacional de Prevención del Embarazo en Adolescentes y Jóvenes 2015 - 2020"; y como responsable del proyecto "Red de Iniciativas de Monitoreo de la Tierra y Recursos Naturales" de la International Land Coalition dentro de Fundación TIERRA.
El rol de las mujeres rurales en la conformación de estrategias de resiliencia y sostenibilidad frente al cambio climático y la transformación de las dinámicas socio-económicas en comunidades del Altiplano.
Las mujeres rurales desempeñan una función importante dentro de sus hogares por ser las principales responsables de la seguridad alimentaria de la familia, la administración y distribución de los ingresos, la transformación y mejora los medios de subsistencia, las diversas tareas en la agricultura y la crianza de los animales; actividades que impulsan no sólo las economías rurales sino nacionales. Sin embargo, las mismas conforman uno de los grupos sociales más vulnerables y que mayores limitaciones socio-económicas enfrentan debido a la desigualdad de condiciones en las que se desenvuelven.
Las escasas infraestructuras y servicios rurales, así como a una asignación cultural de funciones, limitan la participación de las mujeres en oportunidades de empleo (Romero, 2015). Además, el acceso a bienes y servicios productivos fundamentales para los medios rurales de subsistencia, tales como fertilizantes, ganado, tecnología, semillas, servicios de formación agrícola, tiende a ser más limitado en los hogares encabezados por mujeres que en los encabezados por hombres (ONU, 2011).
No obstante, se ha comprobado que las mujeres que han logrado empoderarse, sobre todo económicamente, se han convertido en los principales agentes que contribuyen a la nutrición, salud y la educación de los hijos, de manera decisiva. Además, son constantes impulsoras de estrategias de resiliencia frente a los distintos siniestros climáticos y amenazas socio-económicas para sus hogares e, incluso, comunidades.
En este contexto, el estudio busca identificar las estrategias de resiliencia de las mujeres rurales del Altiplano y sus aportes a la sostenibilidad de los sistemas agrícolas. De esta manera, se busca definir el papel de las mismas en la adecuación de nuevos elementos que permitan enfrentar los nuevos desafíos del cambio climático y la transformación de las dinámicas socio-económicas dentro de sus comunidades. Esto constituiría un aporte importante al entendimiento de los nuevos procesos de desarrollo y la continuidad de la actividad agropecuaria en las comunidades rurales de una de las regiones rurales más pobres, y de uno de los grupos sociales más vulnerables y que más aporta al desarrollo colectivo.