Ocho de las diez personas más ricas del mundo han hecho su fortuna en el sector tecnológico: Elon Musk (Tesla), Jeff Bezos (Amazon), Bill Gates y Steve Ballmer (Microsoft), Larry Page y Sergey Brin (Alphabet - Google), Larry Elison (Oracle) y Mark Zuckerberg (Meta - Facebook). En un mundo interconectado como el actual gracias a la tecnología, las personas que dirigen y controlan las tech companies se convierten en una súper-élite. Además del poder derivado por su enorme riqueza, adquieren poder al controlar los datos obtenidos del uso de la tecnología. La influencia de las élites tecnológicas es abismal ya que los diseños de su productos y servicios tecnológicos impactan en las formas de conducir, comprar, trabajar, obtener información, crear nuevas tecnologías y en cómo nos relacionamos las personas, con todo lo que ello implica para la salud y formas de percibir la realidad. Por si fuera esto poco, durante la pandemia, el poder de las empresas tecnológicas aumentado exponencialmente debido al masivo uso de las comunicaciones.

Los estudios sobre las élites tecnológicas son escasos. De hecho, la relación entre las tecnologías y las élites (económicas, políticas) está muy poco desarrollada. Así como han primado los estudios sobre los impactos de las élites económicas en la política, economía, y sociedad en general, se ha trabajado poco en cómo las élites impactan la tecnología, y cómo la tecnología influencia a las élites.

Para avanzar en esta laguna, planteamos diversas cuestiones sobre la relación entre la inteligencia artificial y las élites. Optamos por debatir sobre la inteligencia artificial ya que es posiblemente el cambio más disruptivo al que nos enfrentamos.